NÓS Produtora Cinematográfica Galega

Desde principios del siglo vente a las mujeres gallegas que emigraban solas eran acogidas en Buenos Aires por las Carmelitas Terciarias, las “Hijas de María” o por la “Sociedad Protectora de la Joven Sirvienta”. Necesidad, abandono, agresioness sexuales, madres solteras… como causa, más una ciudad distante y burlona, donde la mayor parte de ellas pasaron a tener la condición de “mucamas”, de “criadas de camadentro”. Esto es el paisaje de fondo para A cicatriz branca. Sin lugar al que ir ni nadie a quien acudir, Merce (la protagonista del filme) pasa tres días y tres noches en la Estación Constitución donde su vida se enlaza con la de otras emigrantes. A la par de un trabajo en la fábrica Mil8, Merce se casa, asiste a clases de contabilidad en alguna de las Sociedades Gallegas y un día la norma se hace añicos por algo tan simple como quedar prendada de una situación que no sabe nombrar.Representadas en el imaginario como animalitos fieles, trabajadoras y analfabetas; case siempre como túzaras, atravesadas y agarradas; con ocurrencias y chocalleiras en la serie radiofónica y cinematográfica “Cándida”; como objeto de deseo, por veces, el “síndrome de la gallega” se identifica por ciertas fobias, una culpabilidad marcada, el miedo al ridículo e el pánico a estar en la boca de los otros, el temor a ser juzgada.

Con una única imagen en la cabeza, la de sus abrazados en el muelle; con un queso, un bollo de pan, un cobertor y, si cuadra, una máquina de coser, su fardel —de esperarla alguien— se completaba con seis camisas de lienzo o azafrán en rama para los que la venían a recoger.